Si analizamos el anterior informe del Foro Económico Mundial podemos observar que el mercado de trabajo evoluciona a un ritmo desorbitado como consecuencia de acontecimientos económicos, políticos, socioculturales y tecnológicos, entre otros. Ello obliga a que los trabajadores actualicen constantemente sus conocimientos y sus competencias, pues las empresas demandan nuevas capacidades, aptitudes y habilidades relacionadas con los nuevos procesos que van surgiendo y las nuevas herramientas con las que se trabaja.
Para ello, es necesario, en primer lugar, conocer cuáles son las nuevas demandas del mercado laboral, pues difícilmente puede un trabajador formarse y adquirir esas competencias requeridas si no sabe cuáles son. Con ese fin, os propongo consultar este informe que realizan un conjunto de políticos, empresarios, periodistas y expertos en el ámbito laboral, que se reúnen anualmente en el Foro Económico Mundial para analizar la evolución de los diferentes sectores económicos y los problemas surgidos en ellos a nivel mundial. En él podemos consultar cuáles son estas demandas presentes y futuras por parte de las organizaciones.
El informe avanza que estamos en el inicio de la 4ª revolución industrial que tendrá una repercusión total sobre el mundo del trabajo y la educación. Los cambios de los últimos años por el desarrollo de internet y de las tecnologías móviles se dispararán en el horizonte de los próximos 5 años por el desarrollo de tecnologías disruptivas en robótica, nanotecnología, genética o biotecnología, que harán surgir nuevos productos y servicios, en relación al desarrollo de nuevas necesidades.
El ritmo de destrucción de profesiones y de empleos relacionados con profesiones tradicionales será mucho mayor que la demanda de nuevas profesiones, así pues se estima que en los próximos años se crearán menos empleos de nuevas profesiones de los que se destruirán en las profesiones tradicionales. También se anticipa que un 65% de los estudiantes de hoy desarrollarán su vida laboral en profesiones que a día de hoy no existen, y para su desempeño se exigirá una formación en competencias técnicas (relacionadas con la tecnología, ingeniería o matemáticas) y al desarrollo de habilidades sociales y personales (motivación, liderazgo, trabajo en equipo…).
Si clasificamos las profesiones emergentes según su ámbito o sector profesional, podemos decir que son: las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), empleos verdes y de energías renovables, ámbito sociosanitario y de calidad de vida, ámbito del ocio y la hostelería y el sector agroalimentario.
Además, en el siguiente enlace también se hace un análisis de cómo ha afectado la pandemia al mercado de trabajo. Ante situaciones de recesión económica los colectivos más vulnerables son las mujeres, los jóvenes, los inmigrantes y colectivos en riesgo de exclusión social (como parados de larga duración, trabajadores sin cualificación profesional o personas de minorías étcnicas). Efectivamente estos colectivos han sido los más castigados desde el comienzo de la pandemia, pues los datos de desempleo son peores en dichas situaciones.
Respecto a las "skills" o capacidades requeridas por los empleos emergentes son, principalmente, las de innovación y análisis de situaciones, estrategias de aprendizaje activo, resolución de problemas, creatividad, originalidad e iniciativa, liderazgo, manejo, programación y diseño de tecnologías.
Si nos fijamos en los empleos con prospectiva de mayor demanda son: analistas de datos, analistas financieros, especialistas en márketing digital, en servicios al cliente, administradores y mantenimiento de sistemas informáticos, diseñadores gráficos, comerciales de ventas y jefes de proyectos.