La Organización Mundial de la Salud (OMS), organismo de las Naciones
Unidas encargado de gestionar políticas de prevención, promoción e
intervención en la salud, y de velar por su cumplimiento a nivel
mundial, define la salud como: “El estado completo de bienestar físico y
social de una persona”, y no solo la ausencia de enfermedad.
Por lo tanto, el trabajo es un
factor que puede influir positivamente en la salud de las personas,
aportando autoestima, desarrollo personal, así como mejorando las
habilidades personales. Pero si las personas deben trabajar en
condiciones dañinas para la salud, puede provocar daños como por
ejemplo, accidentes o enfermedades profesionales, entre otros.
Por ello, las empresas deben garantizar la existencia de una salud laboral para todos sus empleados, y ello se consigue, en primer lugar, cumpliendo la normativa española relacionada con la seguridad e higiene en el trabajo, y en segundo lugar, haciendo esfuerzos por conseguir un entorno de bienestar personal y social en todos los ámbitos de su empresa.
Minimizar riesgos y accidentes de trabajo es lo que supone para las empresas españolas la implementación de la norma ISO 45001, que también implica una mejora a nivel de productividad y rendimiento, como veremos a continuación. Se trata de un proceso para hacer controles de forma sistemática, en el que tanto la empresa como los propios trabajadores se benefician.
La principal ventaja es el incremento de la seguridad laboral de la
organización, a través de procesos que minimizan riesgos en el trabajo. De esta forma, se podrá ahorrar en tiempo, dinero y
reputación, ya que se evitarán y reducirán los incidentes y accidentes
laborales; y en el caso de producirse, los recursos empleados serán menores, al tener un protocolo establecido.
De esta forma se cumplirá con la normativa exigida en materia
de seguridad y prevención de riesgos laborales y se conseguirá una mejora de los
resultados económicos. El hecho de minimizar riesgos, bajas y accidentes
mejora la eficiencia de la empresa y hay una incidencia indirecta sobre
la productividad e imagen de marca, pues al reducir los accidentes se reduce la posibilidad de parones en los trabajos previstos.
En definitiva, aplicando la normativa se consigue que exista un ambiente de trabajo
más seguro y cómodo, lo que causará que los empleados sean más
productivos y su trabajo sea más rentable.
Para que una empresa sea saludable, deben darse elementos como:
- Una óptima productividad y rendimiento.
- Una mayor motivación derivada de empleados más satisfechos.
- Que los empleados sientan que pertenecen a la empresa.
- Que se fomente el talento.
- Que exista una baja siniestralidad laboral.
- Una imagen corporativa fuerte.
Para incentivar la salud laboral, las empresas pueden llevar a cabo actuaciones como: charlas formativas a sus empleados sobre salud, alimentación, etc., asignación de premios quienes lleven una vida sana, folletos y carteles informativos sobre vida saludable, buzones de sugerencias, políticas y planes de movilidad para el acceso de los empleados a sus centros de trabajo, programas y campañas de concienciación sobre la Prevención de Riesgos Laborales, fomento del ejercicio físico, del trabajo en equipo, etc.